sábado, 7 de marzo de 2009

SLUMDOG MILLIONAIRE

(20 millones por el aire, a ver quién los coge.)

Las corporaciones cinematográficas de Hollywood y Bollywood reunidas han decidido laborar de forma conjunta y vender al mundo montones de películas con “aire indú”, canciones y bailes incluidos, mediante la producción / distribución compartida. (Martes 24 de Febrero de 2009. Noticias CUATRO, Iñaki Gabilondo).
La noticia se produce poco después del lanzamiento mundial de SLUMDOG MILLIONAIRE, película aupada ya en esa colaboración anunciada entre Gran Bretaña, y Estados Unidos, con la decisiva participación artística -lo que se vende y cuesta menos- de la India a través de Bollywood. Un nuevo negocio cinematográfico a escala planetaria ha sido puesto en órbita, para lo cual a dicha película se le han otorgado todos los “OSCAR” posibles, la etiqueta de cine alternativo del tercer mundo, y una distribución parcial y equívoca en salas de Arte y Ensayo, compitiendo descaradamente con verdaderas joyas del cine tercermundista.
¿Y que nos quiere vender esta película plena de propuestas del "american way of life", si se pueden superar las angustias del más duro tercer mundo con su carga de destrucción sobre el desamparado universo infantil? Neocolonialismo. La propuesta que late detrás de la anécdota es que el mejor mundo es el desarrollado, y mejor aún el ejemplo occidental, que da además los más sublimes premios cinematográficos y de concursos (La idea y el éxito de ¿Quieres ser Millonario? son americanos).
El lobby del cine americano busca nuevas fuentes de negocio y enriquecimiento, y ha descubierto las enormes posibilidades que ofrece Bollywood, y el naciente capitalismo indio, con una maquinaria productiva enorme, unos considerables bajos costos de producción, un mercado interno espectacular, y uno externo e internacional en pleno desarrollo. Bollywood cuenta todas sus historias con un aire de fantasía milyunanoches y resignación hinduista que termina por difuminar cualquier atisbo de realidad cruel, y además da esperanzas a los parias del mundo (por ahora sobre todo indúes y asiáticos), de que es posible salvarse del desastre si se hace lo que hicieron en su momento los occidentales, y como en las mejores comedias musicales americanas, encima cantan y bailan para celebrarlo. Como en el final de la propia SLUMDOG, en medio de los andenes de la estación central de Bombay, atestados de desarrapados pasajeros.
Pero no importa, el mensaje es que tú también puedes salvarte de la desgracia en que te ha sumido la historia, la estructura social, el subdesarrollo y la explotación, si te vas a un concurso que te lo ponga fácil. Porque más fácil imposible, según lo han pensado los magos de ambos “…llywood” capitaneados por David Boyle, que algún día rodó “Trainspotting”, otra -esta vez sí- trágica historia del suburbio. Tan fácil que la última y fundamental pregunta, y muchas de las anteriores, nunca figuraran como artículo concursivo en ningún programa de preguntas y respuestas verdadero. En este caso, sin embargo, abusando del ilusionismo fácil, resulta que el protagonista, analfabeto de todas-todas, pero eso sí, sensible y estoico hasta la inmolación, conoce las respuestas porque…¡las ha vivido en carne propia! Y es que un milagro siempre es posible, y es lo que les toca a los parias como oportunidad de salvación.
Pero lo cierto es que los niños protagonistas, aplaudidos y festejados en la meca del cine en medio de la continuación del fabuloso sueño, agasajados con toda la imagen de lujo y placer hollywoodense, acaban de volver a sus terribles "slums" de Bombay, han comenzado a tener serios problemas de readaptación y quieren salir huyendo de allí en medio de pesadillas y estropicios corporales varios. ¡Y quién no!
Ir a ver esta película, así vereis la transformación de la India en 18 años (los del protagonista), de capitalismo bollywoodense. De la chabola al rascacielos mafioso. Pero el slum persiste.

Febrero de 2009
Mesa de Redacción / Colectivo arte_qdarte

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