O globaliza que algo queda, que ya lo dijo, en supremo estilo mitad de siglo XX, el gran Santos Discépolo. Por ejemplo dijo: "La tierra está maldita, y el amor, con gripe, en cama..." Y sobre todo dijo: "¡Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que traidor!...¡Ignorante, sabio, o chorro, generoso o estafador! Y más allá dijo: ¡Qué falta de respeto, que atropello a la razón! Para terminar diciendo: "Es lo mismo el que labura noche y día como un buey, que el que vive de los otros, que el que mata, que el que cura, o está fuera de la ley..."
Y no lo digo/dijo por el ansiado, anhelado, esperado Mourinho, necesaria figura para mitigar el ansia económica de triunfos de un colectivo deportivo (Presidente, especialistas deportivos y tifosis en general), que ha superado los simples y honrosos deseos competitivos de llegar a ser el primero, por la voracidad de serlo a toda costa, al estilo globalización de mercado mundial y desesperación consumista, que no de uso y disfrute del deporte.
Tampoco lo digo/dijo por la reciente, que no última ni menor, fechoría defensiva del Estado de Israel que no acaba de recapitular su verdadera historia, y se entrega a la santa defensa con la famosa teoría Busch, de sus intereses de ahora matando gente de buena voluntad que intentaban ayudar al oprimido pueblo palestino con imprudente inocencia y riesgo, mientras los grandes santones del mundo organizado no hacen, ni dicen, o lo dicen con boca pequeña, poco o nada al respecto.
Tampoco debería decirlo/dicho por esta guerra santa que quiere encarnar, y ha venido encarnando con intereses ciertos y destructivos la Panda Politiquera sólo para llegar al poder, y entronizar -pobrecitos- al uno de los más lamentables de nuestros hombres públicos; y mira que los hay malos. Que castigo para el...., pueblo-pueblo, indefenso y desarmado frente al televisor vendedor de otros tantos desatinos populistas.
¿Qué nos queda?, se preguntó también Santos Discépolo y se llego a contestar: "Uno busca lleno de esperanzas el camino que sus sueños prometieron a sus ansias". Y se dijo: "Uno va arrastrándose entre espinas y en su afán de dar su amor, sufre y se destroza hasta entender que uno se ha quedao sin corazón..."
Y como nos hemos quedado sin corazón, que dijo/digo, será por eso que ya no entendemos nada de nada y dejamos a los otros que nos arreglen el asunto. Pero al cabo dijo/digo: "¿Quién deshace así tanta ilusión? (¿Quizás la de la Transición?). Y terminó lamentándose, con razón: "Soy una canción desesperada que grita su dolor y su traición". Lo mismito que nosotros, 75 años después, Estado de Israel mediante, Panda de Politiqueros mediante, Real Madrid mediante.
Y si esto fuera todo, que felices seríamos los dos..., mil millones, cuanto menos, que apostamos a una era de Acquario que nos revindique de algo, de que maten a las mujeres por un amor mal entendido, como dijo/digo Santos Discépolo, por ejemplo en: "Nació de tí..., buscando una canción que nos uniera..., y hoy sé que es cruel, brutal quizá el castigo que te doy...".
Santos Discépolo no consiguió renacer de sus desilusiones, y por eso dijo/digo (yo no): "¡Dale nomás! ¡Dale que va! ¡Que allá en el horno nos vamo a encontrar! ¡No pienses más, sentate a un lao, que a nadie importa si naciste honrao!" Y en otro apostilló: "Ya nadie comprende si hay que ir al colegio, o habrá que cerrarlos para mejorar..."
Al menos Santos Discépolo, como Blas de Otero, nos supo descubrir y mostrar lo oscuro de este mundo, pero ambos con un hilo de esperanzada vida. "¡Pido la paz, y la palabra...!"
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