miércoles, 10 de septiembre de 2014

SOROLLA: De sus pinturas en la Hispanic Society Museum, y de EL BALLET NACIONAL DE ESPAÑA (en la actualidad), que les baile el aire.

La verdad es que el espectáculo te hace recordar, en primer lugar y salvando distancias, aquellos que la Organización Sindical, sección Coros y Danzas, montaa en el Bernabé para festejar el 1º de mayo tiempos ha. No sé si la idea de esta recreación modernizada se le habrá ocurrido a algún dirigente/funcionario del actual Ministerio de Cultura del señor Vert, pero lo cierto es que ANTONIO NAJARRO, actual director de dicho ballet, por el que siento gran admiración, ha sabido rescatar tal propuesta de sus antecedentes “culturales”, y acercarlo un poco a las actuales vivencias e influencias de un folklore tan rico como el español, aunque se nota el peso de la particular españolidad mestizada de Andalucía, de donde proviene el propio director.

Esta supuesta o apostada influencia de Sorolla, con su serie de pinturas propiedad del museo de referencia, contribuye a adelgazar y matizar tal pensamiento “nostálgico” en relación a aquella muestra folclórica que se asomaba al NO+DO de la época para hacérnosla conocer en la Ibero América de las dictaduras populistas.

Lo primero que no nos gusta demasiado en esta recreación/reinterpretación, son esos fondos musicales mayoritarios orquestados para banda sinfónica y que no proceden de los grandes músicos españoles contemporáneos del pintor (Falla, Albéniz, Turina y demás), dedicados entonces a la fijación de una cultura musical sobre la base del folclore tradicional. Creemos que el sonido de éste espectáculo, salvando los de procedencia popular, no parece que acompañe adecuadamente, o mejore y realce, el simbolismo de los distintos bailes y danzas.

Es por eso que los mejores momentos del espectáculo llegan cuando se recurre a las verdaderas músicas populares o recreadas por modernos intérpretes y autores de esa cultura. Así vuelven a hacerse fundamentales para el éxito de esta propuesta las raíces andaluzas y de alguna otra comunidad de similar fuerza histórica.

En cuanto a la misma selección vuelve a hacerse notoria la presencia andaluza, la mayoría de cuyas piezas responden a la coreografía del director, él mismo, como dijimos, procedente de esa cultura, donde queda evidente además ese cambio de matiz más moderno y crítico, como por ejemplo en las obras ubicadas hacia el final del espectáculo: Nazarenos, Toreros, El Baile. O El Encierro, y Cosiendo la Vela, en menor y primer término.

Destacamos que, como siempre es sus espectáculos, Antonio Najarro consigue aunar grupos y principales intérpretes en un privilegiado nivel de ejecución.  Que las coreografías son rigurosas y expresivas a la par, utilizando magníficamente el espacio escénico con esas organizaciones que son del particular lenguaje expresivo y figurativo del director, habiéndolo hecho extensivo a sus colaboradores principales. Estupendos los movimientos en diagonal, cuadro, abanico y complicaciones con retomas escénicas ínter mezcladas todas ellas para aumentar la fuerza y expresividad de los bailes y danzas, donde todos los intérpretes alcanzan protagonismo y redunda la homogeneidad del conjunto.

Acertados también el marco escénico a manera de proyección sutil, vaporosa, de los cuadros mencionados del pintor, rondando el lirismo ensoñador del recuerdo. Bien iluminada la escena adecuada de coloridos reflejados en la propia vestimenta de los intérpretes, aunque esta vez en un entorno de figuración realista, más que simbólica y moderna a la que nos tiene acostumbrados el director en otras recreaciones fusionadas.

Bravo otra vez por esta nueva muestra de calidad y seriedad de la compañía dirigida por el estupendo Najarro en toda su capacidad creativa, que ha hecho extensiva generosamente al resto de la compañía. Aunque lástima por ese deje de recuerdos de un pasado expresivo propagandístico.

La prueba de todo ello, es decir de ambos extremos, es el éxito que esta obra ha merecido a lo largo de su año y más de existencia.

 

Norberto Spagnuolo

Madrid, septiembre 7 de 2014