domingo, 10 de julio de 2011

ARA MALIKIAN. REBELDE Y PRODIGIOSO

jueves 7 de julio de 2011


El violinista libanés de origen armenio afincado en nuestro país desde hace algunos años, tan prodigioso como violinista como incansable a la hora de imaginar espectáculos para irradiar el amor a la música y a su magia, la de él y la de la música, y tan próximo en eso a la cultura de sus orígenes, nos describe en su última aparición (última, penúltima o simultánea, pues entre otras cosas practica la pluralidad interpretativa), su propia metáfora de la vida: ser libre, alegre, multiactivo y polivalente y sobre todo sencillo. "Un cuento armenio", título del espectáculo para niños de 4 a 12 años, pero al que asistimos no sólo los niños, sino sus padres y un montón más de adultos sin niños ni padres dispuestos a disfrutar, nos relata en compañía de su "Ensemble" de tres músicos y una actriz, lo que puede ser la metáfora de su propia vida y , quizás, la del pueblo armenio. Alegría, sencillez, recursos de sobrevivencia, y contagiable magia vital.



Como cultura, conocí un poco más al puelo armenio desde que comparto, esporadicamente, su espacio vital en el porteño barrio de Palermo Viejo, calle de Malabia, donde se asientan no sólo sus viviendas sino una serie de servicios y comercios, restaurantes, centros culturales y la iglesia que los aglutina con el recordatorio de la masacre de comienzos del siglo XX. Todo ello vigilado discretamente por efectivos de la Policía Federal.



Este último espectáculo de Ara Malikian no es que sea extraordinario, aunque el grupo lo lleva a cabo con énfasis y satisfacción, y el público, sobre todo los niños, se la pasa estupendamente requiriendo al final repetidos bises. Pero lo cierto es que el artista armenio, a pesar del bajo tono general y del escueto argumento que se maneja, consigue despuntar por su prodigiosa calidad interpretativa, como violinista, y su suficiente empaque como intérprete. Lo que muchos de sus seguidores adultos nos preguntamos es si con estos espectáculos de difusión popular de la música, Malikian nos está sustrayendo el poder verlo y oírle en conciertos de fuste, no por el lugar de interpretación, sino por el nivel de la música.



Particularmente y junto a mi esposa, conocimos a Malikian en unas semanas musicales que se organizaban a finales de los 90 en la villa medieval de Covarrubias, Burgos, donde además de dar clases para pequeños estudiantes locales o externos, los músicos/profesores daban pequeños conciertos en los pueblos cercanos, aparte de en la propia villa milenaria.



Así pudimos ver y escuchar las excelencias y entusiasmo interpretativo de Ara Malikian en el recientemente restaurado monasterio de San Francisco de Silos a cargo de los mismos padres del convento principal de Santo Domingo. En esa ocasión, el violinista armenio nos entusiasmó con los siete conciertos de Paganini sin ningún otro acompañamiento. Desde entonces no hemos podido dejar de seguirlo, pero nos llama la atención, y por otro lado nos atrae, esa capacidad y libertad del artista para huír de los grandes oropeles que una figura como él merece, y dedicar sus esfuerzos e imaginación a estas conjunciones musicales a nivel popular. Aunque todo hay que decirlo, el público, niños y padres, asistentes a este espectáculo eran claramente representantes de una burguesía media cultivada y de buen nivel de vida que, seguramente, quieren dotar a sus vástagos de una cultura musical al menos suficiente.



Norberto Spagnuolo di Nunzio

Publicado por antonio di luca en 08:20 Enviar por correo electrónico