domingo, 29 de junio de 2014

EL LABERINTO OSCURO DE A.Z.C.A. / (Asociación Mixta de Compensación de la Manzana A de la Zona Comercial de la Avenida del Generalísimo)

Madrid, último tercio de los '60s. Acabo de ingresar al estudio de los arquitectos catalanes don Antonio Perpiñá Sebría y don Luis Iglesias Martí. Me han contratado como ayudante mientras convalido asignaturas para rematar la carrera. Acabo también de casarme, recibo quince días de vacaciones para cumplir con la luna de miel junto a mi reciente esposa madrileña. No hace más de un mes que me han contratado, y me asombra esta confianza laboral y económica con que me regalan.
En 1965 llegaba a Madrid con una beca del Instituto Argentino de Estudios Técnicos en el Extranjero (I.A.E.S.T.E), destinada en realidad a hacer prácticas pre titulación en la Empresa de Construcciones San Martín. Luego, dicha beca se alargó otro año para hacer lo mismo en Roma, Italia, en el enorme estudio ítalo americano del grupo Mc Gaufhy, Marshall y Mac Millan de Boston, con el encargo de reconstruir un hospital derribado por un reciente terremoto en la ciudad de Barce, Libia. Y ya, rápida y fácilmente, estaba de vuelta en Madrid, con empleo, casado, y dispuesto a integrarme en mi nueva "arquitectura" personal.
A finales de esos '60s me enviaron a formar parte del equipo técnico para el desarrollo del proyecto, ganador de un concurso internacional, el del Centro AZCA de Madrid. Estudio técnico formado por un grupo variopinto de personas, jóvenes arquitectos, aspirantes a serlo, delineantes, administrativos, etc. Todo concluiría con la presentación de una magna exposición en los salones de la EXCO situada en Nuevos Ministerios, y dependiente de Obras Públicas, Urbanismo y Vivienda.
La propuesta inicial de Antonio Perpiñá, arquitecto recibido en Cataluña en 1945, con una ya larga y meritoria carrera y ganador del mencionado concurso, estaba aún fresca y necesitaba de una primera cochura, aunque las bases programáticas y la localización de volúmenes, así como la estructuración urbanística estaban perfectamente determinados, con un orden matemático y espacial ordenador típico en las obras urbanas del mencionado arquitecto, que no por nada era hijo del afamado geógrafo de igual apellido.
Ahora, la alcaldesa Ana Botella parece decidida a volver a reordenar bajos, espacios, decoraciones e informaciones de centro ciudad secundario de espacio único, como fue pensado y diseñado, pero tratando de solucionar los problemas que el lento desarrollo, la mala gestión administrativa, y la voluntad limitada de los promotores terminaron por llevarlo a ese caos de comportamientos, diurno y peor nocturno ("Túneles, zonas oscuras y recovecos"), como un mal ejemplo de ciudad oscura y peligrosa, ampliando medidas de protección ambiental y limitación de algunos usos terciarios especialmente complicados, hasta llegar a acusar al ámbito dominado por ellos como de "Inseguridad subjetiva" con trascendencia "endémica".
El diseño máximo nunca fue abordado por el Plan Especial que le dio origen, se permitieron usos sin un adecuado diseño específico sobre cada una de las parcelas de reparto de la titularidad del suelo asignadas, salvo las de volumen, usos, y cierta coordinación de continuidad genérica para organizar la correspondencia espacial de esas más de 20 has. de superficie. Se generaron así muchas zonas, pasajes, enlaces y escaleras que acabaron siendo sólo de inter comunicación, sin usos controlados y controladores, oscuras, continuas, sobre todo en el frente de la calle Orense.
Es evidente que al menos este corredor bajo nivel e intermedio, longitudinal, entre la calle dicha y los grandes espacios interiores, hubiera necesitado de un Plan Especial o de Detalle, coordinador y de obligado diseño y usos concretos, para erradicar tal posibilidad.  Pero en aquellas épocas esto se dejaba al azar de cada proyecto específico, confiando en el antiguo "orden público".
Sí, hacia falta esta prometida reforma cosida con especiales medidas sobre usos y sus controles, pero lleva ya cinco años de demora, y más desde que se conocen todos los desmanes y peligros por los que uno se aventura si va por ahí, tarde y embriagado por algo, o alguien.
Terminamos los trabajos de ajuste, montamos la exposición que fue visitada por numeroso público, futuros inversores, propietarios de suelo, técnicos y personas en general. Todo ello fue apoyado por un estudio de movilidad e impacto realizado por un conocido y respetado especialista que nunca pudo ser cumplido, satisfecho, ni justificado. Ese magno espacio de multi diversidad insertado en medio de otro ha generado múltiples conflictos, en parte solucionados por ciertos cambios de uso originales (El Proyectado Palacio de la Ópera de Madrid se quedo en torre de oficinas de 50 plantas), y el acertado sistema de sótanos de servicios, aparcamientos múltiples conectados verticalmente, y calles de distribución y enlace de tráfico y cruce interior/exterior.
El arquitecto Antonio Perlina insistió en repetir el esquema en otros varios proyectos de ordenación de grandes manzanas, como por ejemplo la del antiguo Estadio Metropolitano del club Atlético de Madrid, al final de la avenida de Reina Victoria, Cuatro Caminos, donde los problemas no aparecieron evitando permitir zonas interiores de consumo y servicios, aunque sí están en la periferia, sobre todo vinculadas a la actividad universitaria y de empresas.
Yo seguí trabajando con ellos hasta finales de 1974, y siempre les estaré agradecido por sus enseñanzas técnicas y creativas, tanto en arquitectura como en urbanismo, así como por su estupenda calidad en el trato personal.

 Norberto Spagnuolo di Nunzio 

Diplomado en Ordenación del Territorio (ETSICCP)

Diseñador Urbano

Inner Architect (ETSAM/COD-DIM)

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